
http://www.soumu.go.jp/menu_news/s-news/01kiban08_01000023.html
http://www.soumu.go.jp/main_content/000110048.pdf
¡Lo que faltaba! Después de que TEPCO Tokyo Electric conforme a la señal verde del Gobierno haya echado 15.500 toneladas de agua fuertemente contaminada de raioactividad al Océano Pacífico, el Ministerio de los Asuntos interiores y Comunicación acaba de lanzar un mensaje amenazador a las empresas de servicios públicos de internet para que procedan al autocontrol (eliminación) de las páginas o tablas de comunicación que difundan bulo o información alejada de la realidad, mientras que ni TEPCO ni el Gobierno siguen con la infromación alejada de la realidad: "Ni el agua contaminada, ni el aire contaminada, ni las verduras contaminadas, ni los pescados, ni la lecha contaminada, etc...nos influyen en el inmediato a la salud", sin ofrecer ningún fundamenteo científico. ¿Acaso eso no sería bulo? Es que no solo la situación de las centrales necleares accidentadas de Fukushima es desesperante, sino también lo es el comportamiento del Gobierno de Japón.
La monitarización del movimiento de las materias radioactivas transportadas por los vientos (pronóstico) se puede seguir gracias a la colaboración de los países como Alemañia, Francia y Noruega. Sin embargo, hasta hoy la monitarizaciónno no ha sido autorizada por el gobierno para no paniquear a la población, a pesar de que Japón disponía del programa llmado SPEEDI con que se puede pronosticar el movimiento de las materias radioactivas en torno al país, y ofrecía los datos al extranjero, pero no a los japoneses. Pese a a todo, después de la fuerte crítica interacional, incluso de parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el Gobierno, cuando ya han pasado más de tres semanas desde el día de los accidentes nucleares, por fin permite hacerlo público mediante la Agencia de Meteolorogía Nacional para que la población se entere del progreso diario de las mterias radioactivas.
http://www.zamg.ac.at/pict/aktuell/20110402_fuku_I-131.gif
07 de abril 2011, Barcelona.
Toshio Okada.
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